Claudia Bellerose
Claudia era una Nephilim destacada y una Caballero Santo de la Orden del Vaticano, conocida por su inquebrantable sentido del deber, su ambición y su habilidad en el combate. Proveniente de uno de los linajes más prestigiosos de la Orden, Claudia soñaba con alcanzar la Gracia del Ángel para convertirse en Paladín, el máximo rango dentro de los Caballeros Santos. Su ética de trabajo, liderazgo y compromiso la convirtieron en una figura respetada, pero también aislada, ya que su carácter reservado la alejaba de vínculos personales profundos, con la excepción de su hermana menor, Sophia, quien la admiraba profundamente.
Sin embargo, su vida dio un giro trágico cuando descubrió que el Paladín Maral Schwan †, una figura que ella respetaba y desconfiaba a partes iguales, era en realidad un vampiro progenitor. Este descubrimiento la llevó a una encrucijada moral que desafió sus convicciones más profundas. Su muerte prematura en un atentado impidió que cumpliera su sueño de ser Paladín, no obstante, su legado, tanto como guerrera como hermana y líder, dejó una marca imborrable en la Orden, convirtiéndola en una figura central en la vida de Claudette incluso después de su muerte.